En la búsqueda constante de fomentar el desarrollo económico y turístico de una ciudad, los centros de convenciones se han convertido en un activo invaluable. Estos espacios multifuncionales no solo brindan un lugar adecuado para la realización de eventos corporativos, sociales y académicos, sino que también tienen un impacto significativo en la economía local y el turismo.
Un centro de convenciones es un complejo diseñado para albergar una amplia variedad de eventos, desde conferencias y exposiciones hasta ferias comerciales y convenciones. Por lo general, estos lugares cuentan con instalaciones modernas y flexibles que pueden acomodar a grandes audiencias y ofrecer servicios como salas de reuniones, tecnología de vanguardia, servicios de catering y estacionamiento. Su capacidad de adaptación a las necesidades cambiantes de los organizadores de eventos es uno de sus principales atributos.
Uno de los impactos más notables de estos espacios en la ciudad, es su capacidad para atraer visitantes de otras regiones e incluso de otros países. Los eventos que se llevan a cabo en estos lugares pueden atraer a miles de personas, desde congresistas y planeadores de eventos, hasta turistas interesados en las exposiciones y conferencias. Este flujo de visitantes genera un aumento en la demanda de alojamiento, restaurantes, transporte y entretenimiento local, lo que a su vez fomenta el crecimiento de la industria turística.
El efecto económico de un centro de convenciones es innegable. A medida que se desarrollan y se llevan a cabo eventos en estas instalaciones, se produce un aumento en la actividad económica local. Los hoteles llenan sus habitaciones, los restaurantes sirven comidas y los comercios locales ven un aumento en las ventas, además de generar empleos directos e indirectos, desde personal de limpieza y seguridad hasta proveedores de servicios de catering y tecnología.
Los espacios multifuncionales no solo tienen un impacto económico a corto plazo, sino que también contribuyen a la imagen y reputación de la ciudad. Al albergar eventos importantes y atraer a participantes de alto nivel, una ciudad puede destacarse como un destino de negocios y turismo de primer nivel, como es el caso de la Ciudad de Puebla. Esto, a su vez, puede atraer inversiones y oportunidades de desarrollo económico a largo plazo. La ciudad se convierte en un lugar atractivo para la expansión de empresas y la inversión, lo que aporta estabilidad y crecimiento continuo.
En puebla contamos con varios espacios multifuncionales, ya sea el Centro Expositor, ubicado en la zona de los Fuertes, o el Centro de Convenciones, que se localiza en el boulevard Héroes del 5 de Mayo. Este inmueble fue edificado sobre las ruinas de las fábricas textiles de la Puebla antigua. La construcción del Centro de Convenciones William O. Jenkins, corrió a cargo del arquitecto Javier Sordo Madaleno, quien en 1992 echó a andar este titánico proyecto, el cual quedó concretado en 1998, es decir, fue un trabajo de seis años.
El inmueble quedó asentado sobre los edificios de las antiguas fábricas textiles de la Angelópolis: La Guía, La Esperanza, La Mascota y La Pastora. Para enaltecer la belleza de la obra se respetó el valor del patrimonio histórico y se conjugó con la vida moderna.
Para que un recinto sea verdaderamente efectivo en su contribución al desarrollo económico y turístico de una ciudad, es esencial que se gestione de manera sostenible. Esto implica la adopción de prácticas amigables con el medio ambiente, la promoción de la inclusión social y la inversión en infraestructuras que beneficien a toda la comunidad.